EL MAPA OCULTO | videojuegos
Sick Samurai DEMO
Solideo lanza la demo gratuita de Sick Samurai, ya en Steam
Enfréntate a combates fulminantes donde un solo golpe decide el resultado. Sick Samurai combina acción top-down, estética retro anime y música lofi hip hop en cuatro niveles frenéticos con rutas alternativas, armas secundarias y personajes con voz propia. Domina el Girameki y compite por la mejor puntuación.
Tras acumular centenares, si no miles, de juegos en mi lista de deseados, Steam me manda periódicamente correos informándome de qué juegos están en oferta, cuáles acaban de salir y, en caso de sacar una, cuándo sale su demo.
Este fue el caso de Sick Samurai, un juego del cual vi el tráiler, me pareció interesante y procedí a agregarlo a mi extensa lista de juegos deseados para, hace un par de días, recibir un correo informándome de la salida de su demo, por lo que decidí darle una oportunidad y ver más en profundidad qué era aquello que, en su momento, quise comprar.
Sick Samurai es un juego de acción vertiginosa y sangrienta, centrado en combates donde puedes morir en un instante. Por medio de una estética lofi hip hop y anime retro deberás cortar y deslizarte lo más rápido que puedas para convertirte en el mejor luchador de la isla. Por el camino, construirás relaciones con Genyu, un infame ex-samurái que te ha tomado bajo su tutela, y Jones, un «ex» gánster reconvertido en propietario de un bar de jazz, los cuales te ayudarán en tu misión, aunque cada uno por motivos diferentes.
Con una estética de anime retro que evoca clásicos como Cowboy Bebop y una cámara claramente inspirada en el icónico Hotline Miami, Sick Samurai entra fácilmente por los ojos. Visualmente es muy atractivo: las animaciones y los sprites de los personajes están cuidadosamente trabajados, resultando realmente llamativos. Sin embargo, su componente de visual novel deja algo que desear. Aunque cumple su función narrativa, se echa en falta una mayor expresividad facial y dinamismo en los retratos, que, en su estado actual, pueden sentirse algo rígidos y carentes de emoción. Por lo demás, su estética y ambientación lograron cautivarme, pero ni por asomo como lo hizo su banda sonora. Inspirada en el estilo de Cowboy Bebop, la banda sonora de Sick Samurai es simplemente espectacular. La fusión de hip hop, jazz, funk, soul y otros géneros da lugar a una mezcla sonora carismática, envolvente y tremendamente adictiva. Sin duda, es uno de los puntos más destacados de la demo —no porque el resto desentone, sino porque el apartado sonoro es puramente excepcional.
Por otra parte, está la historia, sin ser una obra maestra narrativa, consiguió captar mi atención, no tanto por hacia dónde va, sino por los misterios que plantea: ¿Quiénes son realmente Genyu y Jones? ¿Qué esconden en su pasado y qué relación los une? Y, más importante aún; ¿Quiénes somos nosotros y por qué estamos en esa isla? Son preguntas que, aunque el foco principal esté en la jugabilidad, lograron despertar mi interés por la trama. Gracias a ello, la narrativa aporta un valor añadido que, a mi parecer, mejora el conjunto de esta demo.
Simple, sangrienta, frenética y endiabladamente difícil de dominar: así podría definirse la jugabilidad de este título. Cada nivel presenta un nuevo desafío —brillantemente diseñado, por cierto— que nos obliga a infiltrarnos en una ubicación distinta, eliminar a todos los enemigos con velocidad y precisión, y escapar a toda prisa. Dicho así suena sencillo, pero la realidad no podría estar más alejada. Los enemigos caen con un solo golpe… pero nosotros también, por lo que cada movimiento debe ser milimétrico.
A medida que avanzamos, la dificultad se incrementa —como es de esperar— pero no solo mediante un mayor número de enemigos o escenarios más complejos: algunos adversarios incluso son capaces de bloquear nuestros ataques si no ejecutamos el timing perfecto. Aquí es donde surge la paradoja: cuanto más cautelosos seamos, más tiempo tardaremos en completar el nivel; pero si vamos demasiado rápido, el margen de error se dispara.
Al final de cada misión, nuestro rendimiento es evaluado por nuestro mentor, lo que no solo afecta la puntuación, sino también el desarrollo de la historia. Cuantos más combos encadenemos y más veloz sea nuestra ejecución, mejor será nuestra calificación. Pero alcanzar esa excelencia exige precisión quirúrgica, reflejos afinados y una buena dosis de práctica.
Un aspecto negativo que debo señalar sobre la demo es que, en el tercer nivel, experimenté un bug: por más veces que lo completara, no me permitía avanzar al nivel 4, que supongo sería el último disponible debido a los trofeos. Esto me impidió disfrutar por completo de todo el contenido que la demo tenía para ofrecer. Confío en que este error sea corregido en la versión final, ya que sería una lástima que un producto con tanto potencial se viera empañado por un fallo técnico menor.
Por otro lado, cabe destacar algunos puntos muy positivos: el doblaje al inglés es excepcional, transmitiendo perfectamente el tono del juego, y los textos llegan completamente traducidos al castellano, incluso en esta fase de prueba.
Este fue el caso de Sick Samurai, un juego del cual vi el tráiler, me pareció interesante y procedí a agregarlo a mi extensa lista de juegos deseados para, hace un par de días, recibir un correo informándome de la salida de su demo, por lo que decidí darle una oportunidad y ver más en profundidad qué era aquello que, en su momento, quise comprar.
Sick Samurai es un juego de acción vertiginosa y sangrienta, centrado en combates donde puedes morir en un instante. Por medio de una estética lofi hip hop y anime retro deberás cortar y deslizarte lo más rápido que puedas para convertirte en el mejor luchador de la isla. Por el camino, construirás relaciones con Genyu, un infame ex-samurái que te ha tomado bajo su tutela, y Jones, un «ex» gánster reconvertido en propietario de un bar de jazz, los cuales te ayudarán en tu misión, aunque cada uno por motivos diferentes.
Con una estética de anime retro que evoca clásicos como Cowboy Bebop y una cámara claramente inspirada en el icónico Hotline Miami, Sick Samurai entra fácilmente por los ojos. Visualmente es muy atractivo: las animaciones y los sprites de los personajes están cuidadosamente trabajados, resultando realmente llamativos. Sin embargo, su componente de visual novel deja algo que desear. Aunque cumple su función narrativa, se echa en falta una mayor expresividad facial y dinamismo en los retratos, que, en su estado actual, pueden sentirse algo rígidos y carentes de emoción. Por lo demás, su estética y ambientación lograron cautivarme, pero ni por asomo como lo hizo su banda sonora. Inspirada en el estilo de Cowboy Bebop, la banda sonora de Sick Samurai es simplemente espectacular. La fusión de hip hop, jazz, funk, soul y otros géneros da lugar a una mezcla sonora carismática, envolvente y tremendamente adictiva. Sin duda, es uno de los puntos más destacados de la demo —no porque el resto desentone, sino porque el apartado sonoro es puramente excepcional.
Por otra parte, está la historia, sin ser una obra maestra narrativa, consiguió captar mi atención, no tanto por hacia dónde va, sino por los misterios que plantea: ¿Quiénes son realmente Genyu y Jones? ¿Qué esconden en su pasado y qué relación los une? Y, más importante aún; ¿Quiénes somos nosotros y por qué estamos en esa isla? Son preguntas que, aunque el foco principal esté en la jugabilidad, lograron despertar mi interés por la trama. Gracias a ello, la narrativa aporta un valor añadido que, a mi parecer, mejora el conjunto de esta demo.
Simple, sangrienta, frenética y endiabladamente difícil de dominar: así podría definirse la jugabilidad de este título. Cada nivel presenta un nuevo desafío —brillantemente diseñado, por cierto— que nos obliga a infiltrarnos en una ubicación distinta, eliminar a todos los enemigos con velocidad y precisión, y escapar a toda prisa. Dicho así suena sencillo, pero la realidad no podría estar más alejada. Los enemigos caen con un solo golpe… pero nosotros también, por lo que cada movimiento debe ser milimétrico.
A medida que avanzamos, la dificultad se incrementa —como es de esperar— pero no solo mediante un mayor número de enemigos o escenarios más complejos: algunos adversarios incluso son capaces de bloquear nuestros ataques si no ejecutamos el timing perfecto. Aquí es donde surge la paradoja: cuanto más cautelosos seamos, más tiempo tardaremos en completar el nivel; pero si vamos demasiado rápido, el margen de error se dispara.
Al final de cada misión, nuestro rendimiento es evaluado por nuestro mentor, lo que no solo afecta la puntuación, sino también el desarrollo de la historia. Cuantos más combos encadenemos y más veloz sea nuestra ejecución, mejor será nuestra calificación. Pero alcanzar esa excelencia exige precisión quirúrgica, reflejos afinados y una buena dosis de práctica.
Un aspecto negativo que debo señalar sobre la demo es que, en el tercer nivel, experimenté un bug: por más veces que lo completara, no me permitía avanzar al nivel 4, que supongo sería el último disponible debido a los trofeos. Esto me impidió disfrutar por completo de todo el contenido que la demo tenía para ofrecer. Confío en que este error sea corregido en la versión final, ya que sería una lástima que un producto con tanto potencial se viera empañado por un fallo técnico menor.
Por otro lado, cabe destacar algunos puntos muy positivos: el doblaje al inglés es excepcional, transmitiendo perfectamente el tono del juego, y los textos llegan completamente traducidos al castellano, incluso en esta fase de prueba.
P: Gráficos, BSO, Doblaje, Subtitulado castellano, Jugabilidad
N: Narrativa
Neg: Sprites estáticos, Bugs
En conclusión, la demo de Sick Samurai ofrece una jugabilidad pulida, una banda sonora y doblaje excepcionales, un apartado gráfico distintivo e inmersivo y viene subtitulado al castellano. Luego tenemos su narrativa, que suma a la experiencia, pero tampoco se destaca —al menos en la demo—, sus sprites estáticos que, a mi parecer, se podrían mejorar y el bug que no me dejó llegar hasta el nivel 4 que, aunque menor, espero que puedan llegar a corregirlo y que no mancille la experiencia final.